Juntos, pero separados
Idénticos en apariencia, pero no tanto en intereses. Incluso a los tres años, las personalidades de estos niños pequeños brillan, desde la forma en que juegan juntos hasta la forma en que juegan separados. Mientras que uno prefiere la soledad, el otro se siente cómodo creando mundos con otros, reales o imaginarios. ¿Alguien quiere una taza de té?